El cocodrilo más célebre del planeta ya tiene 71 años. Nadie lo diría a juzgar por su buen aspecto, su elegancia innata y su inconfundible estilo. Ha cambiado de tamaño con los años y hasta de color, pero el reptil que simboliza la firma francesa creada por René Lacoste en 1933 sigue siendo sinónimo de calidad y moda deportiva desde 1963.
La historia empezó por la afición al tenis de monsieur Lacoste (1904-1996). Su tenacidad, estrategia y finura en el juego le llevaron a formar parte del cuarteto llamado Los mosqueteros, junto a Henri Cochet, Jean Borotra y Jacques Brunon, que lucharon por la Copa Davis.
Fue precisamente antes de pelear por la Copa Davis cuando surgió todo... A René Lacoste le encantaba contar la anécdota: La prensa americana me bautizó como El cocodrilo, después de la apuesta que hice con el capitán del equipo de Francia. Me prometió una maleta de piel de cocodrilo si ganábamos la Copa. Un buen día, su amigo Robert George dibujó un cocodrilo y se lo bordó en el blazer cruzado que Lacoste vestía habitualmente en la pista. Aunque era mucho más grande que el actual y no iba cosido sino bordado, aquel fue el primer emblema que aparecía tan visible en una prenda de vestir.
En aquellos gloriosos años 20, hiciera frío o calor, los tenistas y golfistas competían vestidos con camisa de manga larga abotonada.
A René Lacoste no le debía parecer demasiado cómoda la indumentaria porque empezó a investigar sobre un tipo de prenda que facilitara los movimientos del juego de tenis. De esta forma, Lacoste creó el polo, una camisa de manga corta, cuello ribetecanalé y tejido ligero y transpirable a base de petit piqué, a la que, por supuesto, le grabaron el cocodrilo. El mundo del deporte empezó a vivir una pequeña gran revolución. En 1933, René Lacoste decidió asociarse con André Gillier, propietario y presidente de la compañía francesa de géneros de punto más grande de la época, para fabricar la camisa bordada y toda una serie de modelos de camisas deportivas para tenis y golf. Con el cocodrilo, claro.
Pasaron los años y, a partir de 1960, Lacoste dejó de vincularse únicamente a prendas deportivas para desembarcar de lleno en el diseño de ropa informal.
Cruzado el umbral del siglo XXI, ahora ofrece calzado, marroquinería, óptica, relojes, cosmética, hogar y moda para hombre, mujer y niño. El deseo de dar a conocer sus creaciones llevó a Lacoste a organizar su primer desfile en las pasarelas hace tres años. Y, conmemorando su reciente 70 aniversario, la semana de la moda de Nueva York acogió sus nuevos diseños. Actualmente, la firma vende 25 millones de artículos al año en más de un centenar de países.
En 1994, más preocupados por no pasar de moda que por estar a la vanguardia, la firma retó a dos prestigiosos diseñadores para que llevaran a cabo la renovación de la marca. Eso sí, conservando la esencia y los valores originarios de Lacoste. Los elegidos fueron Rubén Torres y Gilles Rosier.
En 2000, fue el turno del diseñador Christophe Lemaire, cuya labor en Yves Saint-Laurent y Christian Lacroix avala su trayectoria. Con Lemaire, la firma del cocodrilo ha tomado un rumbo nómada, relajado y muy moderno que, además, ha recuperado los característicos colores intensos y llamativos de Lacoste. Para completar la renovación de la firma, Lemaire también trabaja en el cambio de imagen de las tiendas, diseñado por el arquitecto Patrick Rubin con su ayuda y la del diseñador de muebles Christophe Pillet.
Pero, sin duda, la revolución de Lemaire en Lacoste ha sido atreverse con el cocodrilo. Por primera vez en la historia de la casa, el diseñador ha creado una línea urbana llamada Club, cuyo emblema es un nuevo cocodrilo gris plata. La evolución natural de Lacoste ha llevado a la marca a crear su nueva línea con un estilo más elegante y sofisticado que completa las líneas sport y sportswear, apunta Beatriz Salarich, del gabinete de comunicación de Lacoste. La firma francesa también ha pensado en los jóvenes en los últimos tiempos. Y no sólo a través de colecciones de moda especialmente pensadas para ellos.
El pasado mes de mayo, Lacoste presentó Minimal Set, un álbum recopilatorio de música electrónica diseñado por Miguel Gaubert y producido por Bertrand Burgalat, colaborador habitual de grupos como Supergrass o Depeche Mode. Además de vestir la ropa informal o la refinada de la nueva línea Club de Lacoste, llevar su perfume, sus zapatillas, sus relojes, sus gafas de sol o jugar al tenis con una raqueta de acero Lacoste, ahora también es posible bailar al son del cocodrilo. Toda una forma de vivir. ¿Alguien da más?